Adieu!

Las cosas habian cambiado...su vida habia dado un giro, Leo, esa persona apagada, seca, pero trabajadora y honesta de toda la vida, no era la misma.
Vivio día a día para su familia, aquella que hoy le daba la espalda...la entrega total, esa que en la vida cotidiana de hoy, es cada vez menos valorada, hoy vale mas un auto, y la compra de un buen vino, que un corazón del buen tamaño.
Ya las peleas habia llevado a la separacion casi definitiva, por mas intento posible de su parte de mantener las cosas...era ireversible, dias y dias en mi casa tratando de sobrellevar el sufrimiento de 15 años que veia como poco a poco se le caian por la borda.
Corria el martes 17 de Junio, y en la casa del susodicho transcurria la ultima pelea, ya demasiado forzada, sin fines positivos y fructiferos a la vista, ni posibles...fue tensa, dura, triste, ni manejar pudo hacia su guarida que le habian prestado a unos kilometros de la que fue su casa y su nido, y por la que lucho durante años...para verla realizada como estaba, con su auto en la puerta (para el cual tambien lucho años)...se marchaba a pie, detras...una sombra de recuerdos, tristesas, alegrias, momentos lindos y malos, todo se había pasado juntos, ese martes el se retiraba a pie...solo, sin nada...solo el peso más pesado de todos, el dolor del alma.
Así de rapido como llegó el frio a la provincia de San Juan, llegó el viernes 20 de Junio, las banderas argentinas abundaban en la ciudad...todo apunta a un dia festivo, y sin sobresaltos como cualquier otro.
En la provincia sanjuanina que es chica, dicho sea de paso, las caras son muy conocidas...la ausensia de una persona mas de un dia...se nota en el ambiente, Leo no estaba, por "su" casa no habia aparecido desde aquella noche del 17 de Junio, su trabajo?, le habian dado permiso indefinido, sus parientes?, tenia pocos...su flia. que le daba la espalda a mas no poder (su esposa en si, sus hijos son chicos), su madre lo abandonó...y su padre, practicamente también, en fin, su vida la habia dedicado a su esposa...aquella que no estaba hoy.
Unos conocidos le habian prestado una casa...cerca del centro, linda por cierto...
Ese viernes 20, el dueño de casa, Don Jose, fue a regar unas plantas de la misma...el olor q salia por debajo de la puerta, era infernal. 911, y familiares varios, fueron los llamados prematuros del dueño del habitat. Los indicios no eran buenos, una llave cerraba la puerta de entrada desde el interior, y el olor nauseabundo no daban buenas pautas...
Se preguntó si se podia romper la puerta para entrar, por parte de la policia hacia el dueño...acto seguido a la respuesta del "si" obligado, entraron...se revisaba habitacion por habitacion...en algunas, botellas de bebidas alcoholicas, en otras, ropa tirada, copas rotas...el panorama no era el mejor, pero no habia vida humana en esa casa tampoco.
Tal cual termina el párrafo anterior, la vida humana, y bien humana que habia habitado esa casa, ya no estaba...su suegro (que lo queria como un padre, aquel que no tuvo), fue a la ultima habitacion de la casa...un patio cerrado...alli, el olor abundaba, y dicha habitacion tenia aspecto de camara frigorifica de animales faenados, una silla tirada, mas botellas, y algunas pastillas que sirvieron seguramente para darle valor, su mano izquiera...estaba entre la cuerda y su cuello, la desesperacion de la asfixia la debe haber puesto por si sola, habian pasado 2 dias desde que su alma abandono el cuerpo, por ende, la descomposicion del mismo estaba en plena actuacion, blanco por completo, del enrejado que se habia colocado en el techo para q cuelguen plantas...ahora colgaba un cuerpo, una persona, un ser, con sus errores y defectos como todo ser humano, pero sumamente brillante y solidario que dio por quien tuvo enfrente, lo que tuvo al alcance y más, dejo una marca, dejo una huella.
Tal cual el libro de Jorge Lanata ilustra en su portada en "Argentinos tomo 2", las banderas de Argentina que cubrian San Juan por el fechado del dia, tenian un cruce de sangre en diagonal...algo opacó ese dia en la provincia...por lo menos para los que damos fe, de que aquel que murió humillado por la vida, y que no recibió de la misma lo que le entregó, era un ejemplo de ser, con todo lo que dicha palabra significa.